Contar experiencias a través de historias ayudan a sanar esas heridas del corazón que nos cuenta decir. La palabra pose ese don de liberar el alma de eso que nos limita a ser. A menudo en nuestra vida diaria solemos callarnos en diferentes ocasiones, cuando sentimos mucho, por miedo, por creer que de nada sirve decir las cosas, por evitar conflictos, etc. Las causas por las que guardamos silencio son muy variadas, lo que establece la diferencia entre un buen y un mal conversador es el ESCUCHAR. Para saber hablar, primero hay que aprender a escuchar. Y no es lo mismo “oír” que “escuchar”.

Las conversaciones realmente significativas son aquellas en las que nos mostramos auténticos e íntimos, abiertos a ser escuchamos sin temor ni censura y enfocados intencionalmente en lo que quiere surgir de cada uno de nosotros. Los verdaderos amigos te escuchan, los demás te oyen, la mejor manera de convertirte en un buen conversador es siendo un buen oyente.

Si uno está pasando por un momento difícil, hablar con alguien podría sonar como una solución simplista, pero realmente es una de las mejores cosas que se pueden hacer, Si no te gusta expresar tus sentimientos a través de una conversación puedes realizarlo a través de un escrito, esto es lo que en Psicología es conocido como Psicología narrativa. Según, Rodríguez Fernández, Marc. (2022) escribir nuestra historia nos ayuda comprender nuestros sentimientos y a identificar la variedad de desafíos que tenemos que enfrentar para sanar, y mejorar nuestras salud mental y física.

Al inicio cuando iniciamos la implementación de la Psicología narrativa podemos sentirnos vulnerables al recordar y reconocer nuestras emociones, pero a la vez es una oportunidad para explorar nuestra experiencia, para empezar a sanar y a cambiar la forma en la que percibimos la misma historia, por difícil que esta sea. (Rodríguez Fernández, Marc, 2022). Compartir nuestra historia no solo se realiza en psicoterapia, este proceso de comunicación y desahogo emocional es de libre uso para todos cuando queremos compartir nuestra historia de vida, cuando necesitamos expresar nuestras emociones y sentimientos, que por alguna razón nos es difícil contarles a otras personas.

Cuando escribimos nuestra historia, o esas palabra que no pudimos decir a tiempo a nuestro ser querido ,  que puede que el observador no sea interesante, es importante recordar que esta es una decisión voluntaria, pero si nos damos la oportunidad de hacerlo,  puede tener enormes beneficios para el cerebro y la salud mental, como el aumento en las habilidades para escuchar, incremento de la empatía por el otro, mejora la memoria, permite el incremento de las emociones positivas, incentiva las relaciones sociales con otras personas, ayuda a la construcción de nuestra vida desde el éxito y el fracaso y por ultimo pero no menos importante permite transformar nuestra historia según Domínguez de la Ossa, Elsy, & Herrera González, José Darío, 2013.

 

Para resaltar la importancia de la Psicología Narrativa les invito a leer la siguiente historia, y reflexionar sobre ella.

Es posible llegar a un final feliz

 

Faridhe Pontón Gattáss

Psicóloga

Asesora familiar de duelo