Hemos escuchado sobre el amor propio y la necesidad de romper con vínculos afectivos que terminan siendo perjudiciales para la salud mental, ¿pero qué sucede cuando estos vínculos se dan en el entorno familiar? En esta situación, es difícil colocar barreras o simplemente alejarse, ya que nos han enseñado que lo más importante es la familia y debemos ser indispensables para ellos, estas situaciones crean dualidades entre lo que se quiere y lo que se debe hacer, generando así un conflicto interno donde se afecta las emociones, los pensamientos y los actos hacia la familia.

Se entiende que no todas las dinámicas familiares son construidas de una forma sana donde lo ideal sería que predominara la crianza democrática, la cual se destaca por la independencia de cada miembro de la familia, teniendo presente las normas que se han implementado en el entorno familiar, los cuales pueden ser estipuladas por medio del diálogo y la escucha activa. Al contrario, se evidencian factores alrededor del maltrato, la escasa comunicación, la negligencia y el consumo de sustancias, la cual puede afectar la calidad de vida de todo el núcleo familiar, impidiendo establecer un espacio armonioso o una relación cercana de cada uno de los integrantes. Las dinámicas disfuncionales no solo se dan con la familia cercana como padres, hijos o hermanos, sino también con la familia extensa que incluye a primos y tíos, el problema de esta situación es que se generan divisiones familiares.

Se comprende que no es fácil tener un entorno totalmente cálido donde no existan las discusiones familiares debido a que no todos cuentan con herramientas o estrategias de control emocional que puedan ayudar a alivianar los problemas que se presentan en el hogar. Teniendo presente que lo ideal es no llegar a romper en su totalidad los lazos con la familia, pero tampoco permitir los actos de control y abuso, vamos a postular tres estrategias para mejorar la comunicación, la comprensión y la confianza

  1. Brindar apoyo a la familia sin descuidar la integridad personal: En situaciones de crisis o necesidades que padezca la familia, ofrece la ayuda que esté a tu alcance, plantea soluciones que sean realistas y no alteren tu estabilidad ni tus proyectos.
  2. Practica la comunicación asertiva: Ayudará a que seamos más directos con lo que sentimos y con lo que queremos, ayudara también adaptar a la familia a este tipo de comunicación y será mucho más fácil decir que no cuando hay algo que no se puede realizar o no se quiera hacer.
  3. Identifica tus límites: Al tener claridad de lo que estamos dispuestos a permitir o no, será más fácil identificar cuáles son esos actos de los demás que te afectan, levantar la voz y dar una opinión de la situación, acompaña este proceso de la comunicación asertiva para no ofender  o lastimar a los que quieres.

En ocasiones es importante conocer el contexto para identificar que podemos brindar para mejorar la armonía en el hogar y evitar el juzgar a los demás.

Psi. Aura Cristina Gómez Moreno

Psicóloga

Asesora familiar de duelo

Referencias

Delgado, K & Barcia, M (2020). FAMILIAS DISFUNCIONALES Y SU IMPACTO EN EL COMPORTAMIENTO DE LOS ESTUDIANTE.

Ramírez, M. (2005) PADRES Y DESARROLLO DE LOS HIJOS: PAUTAS DE CRIANZA.